lunes, 12 de abril de 2010

TOTALMENTE OBTUSA

Créanme cuando les digo que , como el levante, ando racheada y descolocada, cuando no es por una cosa , por otra y es que aunque intente abrir la mente a grandes ideas , en la boca del pensamiento, como no hay hilo dental que se precie de esclarecerlo, siempre se me queda pegado, algo que no entiendo. La educación me amarga los días, al paso que mis hijos van caminando, por preescolares , primarias y secundarias, y miedo me da, no se lo niego a ustedes, que ya en el curso que viene , uno me entra en los bachilleres, que, en la época del maestro Saavedra, daban para mucho lustre y empeño, y que ahora, ni siquiera te aseguran plaza en la universidad y no ya por la jocosa selectividad, sino por las nuevas reglamentaciones , que permiten acceder de otras maneras, con menos riesgos y menos codos, como es la fórmula magistral de hacerlo por el cupo de la formación profesional. No , no se crean que critico a las personas que mejoran su vida y la de muchos de nosotros con la elección de una formación profesional, que da trabajo y buenos y capacitados ejecutadores, sino por la forma que algunos -y no señalo- han visto la puerta de atrás de la ley , para que el niño pueda entrar en medicina sin tener que pasar por el 8.70 que se viene pidiendo como media, para poder acceder a una plaza. Negro tenemos el futuro de nuestros hijos, borroso y marabúntico, si nos ponemos a pensar que esta última convocatoria del MIR ha sido barrida del mapa por estudiantes latinoamericanos, quedándose nuestros chicos y chicas compuestos y sin plaza, después de haber accedido a ese cupo tan restringido, tan difícil de superar y a los seis años de carrera. Dicen por ahí -algunos cretinos- que esos estudios y esos años , los pagamos entre todos , pero no es así ,los pagamos los de siempre y ahora se han perdido en la inopia , porque , díganme qué puñetas hacemos con alguien que acaba de terminar medicina y no se saca la plaza, más que decirle que se presente el año que viene, que estudie más y que rece a todos los santos, chamanes o a quien sea con tal de que quede plaza libre , sea de lo que sea…Y es que las previsiones se hacen mal y esto es una chapuza, pero de las buenas, porque la nota del acceso , ya es para quitarte las ganas y buscar los mejores, al menos académicamente hablando, después pringarnos a los padres para que no nos duelan los riñones de pagar y por último como faltan facultativos, pues a abrir la mano para que se examinen miembros extracomunitarios…Y ahí- justamente -es donde yo no entiendo nada, porque es lo mismo que cuando decían que había que tener hijos , porque estábamos envejeciendo y no habría para pagar las prestaciones en el futuro y ahora dicen que las familias numerosas son una lacra y una falta de responsabilidad , porque en el futuro no va a haber tierra para todos , ni tampoco agua potable, ni vegetación, si seguimos multiplicándonos así….¿En qué quedamos? Un poco de seriedad y previsión, que parece de chirigota Y me cabreo y me paso la vida sin entender nada, como por ejemplo que se pida que en los debates sobre menores y violencia se atenúen las expresiones y no se meta mecha, porque se va a estudiar la Ley del menor en el Congreso, mientras que a una cría de trece años la han ayudado a cruzar , al otro lado, sirviéndose de un descampado y un pozo, en forma de embudo invertido, y su vida se ha segado, sin que nadie se diera cuenta , sin que nadie dijera nada, sin que nadie viera nada y sin que nadie sospechara que eso podría pasar, una hermosa cría de ojos azules y una vida entera, rota por la necedad, por las hormonas, por la mala baba y la total impunidad

miércoles, 24 de marzo de 2010

Abrirles la cabeza-


El otro día fue la selectividad para los de septiembre y da pena ver lo poco en serio que se toman los alumnos ese reto, unos con fatalismo, otros con desanimo y los más diciendo- en plan guasa- que qué más da, si al final los licenciados, engrosas las listas del paro.

Si les pasáramos a estos chicos el informe sobre escolarización y posibilidades futuras de los niños que empiezan, lo mismo se les abrían un poco los ojos respecto a las posibilidades-muchas- de terminar sus estudios y no abandonarlos, que tiene un niño en cuyo hogar sus progenitores hayan estudiado, no les digo nada si incluye estudios superiores y además hay un afán de mejorar y adelantar en la vida. Porque lo que está claro es que dependemos de un entorno social, de una familia que nos impulsa o nos manda a freír espárragos y que de ella mamamos nuestra fuerza o nuestro desanimo

. Quizás si nos diéramos cuenta de lo que importan las pequeñas cosas que hacemos cada día o las decisiones que tomamos, la selectividad no nos parecería una prueba más, sino un reto, una puerta de entrada que tenemos que dejar abierta, desde preescolar, entre padres , profesores y alumnos, porque cuando una madre te dice a la puerta del colegio, con muy mala baba…”hija, no agobies mas a los chiquillos que aquí vienen a jugar” , a tu despedida a tus hijos de “ sed buenos, obedeced al profesor y estudiar”, lo único que consigue es que sus hijos no lleguen ni a terminar la secundaria, eso con suerte, que se les permite repetir, repetir y tripitir.

Y es que este empeño de ser padre, madre o alumno entregado, de ser profesor o querer enseñar, nadie dijo que fuera fácil, ni admirado , ni entendido por la mayoría, pero sí que tiene sus frutos, quizás al cabo de los años, de mucho sacrificar y morderte los labios y ver a gente que trabaja en contratos basura, pero que te pasea su moto a plazos por delante de tus narices sin un euro , comidas las pestañas de tanto estudiar, cuando finalmente sacas plaza o te colocas en aquello que tanto soñaste y te dice el de la moto:

-No tío o tía, si yo ya sabía que tú ibas a llegar.

¿CALLES SEGURAS PARA JUGAR?


Se ha abierto la polémica sobre si nuestros hijos pisan demasiado poco la calle, a la hora de jugar.No puede ser más cierto que muchos de nuestros niños, los de nuestra familia y los de nuestro entorno, prefieren una buena tarde pegados al televisor, enganchado a la consola, con el último video juego, que cualquier otra cosa, y que nosotros, ciertamente, nos quedamos muy tranquilos viéndolos ahí, sin que nada, ni nadie , pueda hacerles daño, como para preocuparnos, porque no salgan demasiado. Pero todo tiene matizaciones; la primera, la presunta seguridad de la calle, que, después, de la muerte de Mari Luz, la desaparición de Madeleine y de Jeremi, los padres nos hemos quedado como muertos por dentro, temerosos y asustados, de que cualquier engendro, con forma humana, quiera arrebatarnos lo que mas queremos, disfrazado de lo que sea, ayudado por la impunidad de una tarde de parque y unos niños poco vigilados

A mi, sinceramente, en educación, me gusta la seguridad ante todo, y mientras las calles se conviertan, solo sea caer la noche, en gente que va ebria, con ganas locas de juerga y los coches a todo meter, no me parece que sea el espacio óptimo para estar en medio un menor, que sea hijo mío. Pero, no obstante, reconozco que los críos necesitan su libertad, su espacio y su autonomía. No quiero que caigan en el mal japonés de construir su propio mundo en su habitación, tan a gusto con sus dotaciones de televisión en su cuarto, equipos de música, ordenadores e Internet por wi-fi", que terminan acostumbrándose al rooming, la patología por la cual el niño se enclaustra en su habitación todo el tiempo que puede, hasta el punto de merendar y cenar allí

.Yo recuerdo que cuando mis hijos mayores eran pequeños, me decían que iban al colegio a jugar y no es mala la idea, la de consolidar relaciones y hacerlas más provechosas con el propio centro escolar y los amigos de él, con las clases extraescolares, con las que se fomenta la creatividad, el deporte y las relaciones sociales, tanto de padres como de hijos. Tampoco es mala, sino todo lo contrario, la opción de traerse amigos a jugar a casa y compartir con ellos la merienda o el almuerzo, con la excusa de hacer algunos deberes y después ponerse a jugar .Ni mucho menos encontrarse en una parque cercano y cambiar pelotazos entre el césped mullido

El problema principal es que ahora todos los padres trabajamos y necesitamos tiempo para los críos, tiempo que nos lo devuelven a raudales, fortaleciendo la relación ,ensanchado lazos afectivos y humanos, pero que no siempre es fácil de sacar de donde no hay. Por ello hay que dosificar bien la educación, para que nos dé para todo, hay que prepararlos para cabalgar solos por la vida, para protegerse de los depredadores humanos, para que sean independientes y equilibrados, para que no nos necesiten, pero nos echen en falta… y esto es tan difícil, como dejarlos marchar solos al colegio, el primer día, esperándolos cada vez más lejos, hasta que vayan definitivamente solos. Mandarlos a compras cercanas , otro día, darles cada vez más confianza y mas libertad, hasta que en la adolescencia, que siempre está a la vuelta de la esquina, empiecen a salir con sus amigos y amigas, perdiéndoles el rumbo y causándonos pavor.

Debemos formarles bien ,antes de que suceda esto, debemos ayudarles a combatir los males, a identificar en lo posible quién puede hacerle daño, para que tengan seguridad en si mismos y en su valer, en su fuerza de persona, que se está haciendo ,paso a paso, como el buen café

A VUELTAS CON LO MISMO


Mi hijo mayor está estudiando en el instituto “Educación para la Ciudadanía”, justamente la asignatura a la que tanto revuelo se le dio y se le sigue dando por algunos. Quería saber cómo le iba, qué temas trataban, pero lo primero que le pregunté, sabiendo que hablaban de igualdad, de los malos tratos o de la violencia de género, era que si la daba una profesora, a lo que me respondió extrañado que no, como pensando- muy acertadamente- que por qué tenia que darla una mujer en vez de un hombre. Después le pregunte que estaban dando ahora mismo y me dijo que estaban hablando de Juan y María, de que María dejó la vida profesional con la que soñaba, para que Juan pudiese cumplir sus sueños y que ,cuando los hijos y las obligaciones de una casa y una carrera marital, ya no la tuvieron tan oprimida empezó lo que nunca debió haber dejado de lado, su vida profesional y sus sueños, llegando a crear un pequeño negocio que le daba muchas satisfacciones…

Aunque había días en que María pensaba qué habría podido ser de su vida, si no lo deja todo por Juan

Saben a mi esta historia no me suena a cuento chino, ni a culebrón de las cuatro de la tarde, sino que me suena a Milagri que trabaja desde que se casó en su casa para Pepe y las niñas y en la calle para una profesora de instituto, que ahora-feliz ella-por fin la va a asegurar…Me suena a que cuando las cosas marchaban bien y la construcción iba viento en popa, Pepe se sentía como un Superman y ahora que pasa las horas viendo la tele ,cobrando el paro que se acaba y diciéndole a Milagri que se busque mas casas para echar horas, aun no cocina, ni lava los platos, ni saca la basura, ni echa un cabo de amarrar botes, aunque sus hijas le digan que es un machista y que tiene a su madre explotada

A mi es que la clase de mi hijo me recuerda a Carmen, y a Lorenzo ,que dejó el mal oficio del mar y se metió en el reciclaje de basuras, donde se gana menos y se trabaja más, pero se llega a casa a comer caliente todos los días y no se pena en una litera caliente sin atisbar costa en varios meses. Ahora es Carmen la que se curra las horas trabajando, a doble jornada, para igualar lo que antes ganaba él y cuando llega a las ocho o a las nueve a su casa, se pone y friega y lava y hace comida para el día siguiente, esperando que llegue el sábado y el domingo, para poder hacer limpieza a fondo y llenar la despensa

Y es que las mujeres somos el sexo más fuerte, pero más tonto del mundo que nos dejamos manipular, pero a base de bien, y ya es hora de que esto se acabe y que se le ponga freno, para que las mujeres dejemos de ser segundo plato en la mesa del trabajo bien remunerado, del prestigio social, de la catalogación profesional y de los mejores salarios

Bueno es que en los institutos a sus hijos y a los míos les abran los ojos de que nadie puede menospreciar, maltratar o dejar a un lado, ni física, ni afectivamente, pero tampoco profesionalmente, a las mujeres, porque no somos nosotras alguien que pone la mesa y cuida de los niños, no somos novias, esposas y después abuelas, sino que somos cocineras no re,uneradas, costureras ocasionales,choferes,niñeras,enfermeras,consejeras,psicologas,maestras,dialogadoras,escuchadoras,sanadoras…todo ello sin títulos, ni ventajas, sin salir a trabajar fuera de casa y sin palmaditas en las espalda, ni satisfacciones por el trabajo bien hecho, porque no nos olvidemos, que lo que no se paga, ni se valora, no parece bien hecho y en la mayoría de los casos, por desgracia, no está ni agradecido, porque parece hasta debido

Las mujeres somos las bisagras de una puerta de entrada al mundo, al cielo o al infierno, porque parimos al mismo mundo y le damos de comer, lo acunamos entre nuestros pechos y le cerramos los ojos al irse a dormir, justo es en justicia que se nos reconozca, aunque sea en un libro de una asignatura que algunos no quieren que den sus hijos

martes, 23 de marzo de 2010

A MI MADRE LA METO EN LA CARCEL


Mas o menos es lo que podremos ver cualquier día como titular de una noticia en prensa ,si seguimos conociendo sentencias de la del tipo de la madre que pegó un cachete a su hijo.

Que conste ante todo que jamás he estado de acuerdo con la violencia física ni en personas, ni en animales, menos aún en desfavorecidos o víctimas propiciatorias por su propia indefensión, pero nuestra legislación en cuanto menores no me dejaran de reconocer que es para tirarse de los pelos, porque si en este caso el que hubiera dado el cachetazo o incluso una paliza- pongámonos en los peor- hubiera sido uno de los compañeros del menor, al agresor no le hubiera pasado nada. El colegio que denunció a la madre actuó como debemos actuar todos, vigilantes ante la certeza, pues había moratones por la agresión, pero como les digo si se hubieran producido en el curso de una agresión entre compañeros, el agresor, como mucho, lo que hubiera recibido habría sido una reprimenda de los profesores u orientador , la llamada de atención a sus padres y si la cosa se hubiera salido de madre, o fuera reiterativa ,expulsión por unos días del centro escolar.

También expulsión de la vida de su hijo es a lo que han condenado a esta madre, pero de un año, y de 500 metros, lo que en el pequeño pueblo donde viven puede significar tranquilamente dejar de verse totalmente madre e hijo y solamente por lo que en caso de producirse entre menores no pasaría de ser un mero accidente, que los profesores y los actuantes de la ley zanjarían rápidamente.

En nuestra moderna sociedad confundimos libertad con libertinaje, se pasa absolutamente de todo y de los padres lo primero. Como les decía nunca estaré de acuerdo en que se use la violencia y menos con los propios hijos, a los que deberíamos precisamente apartar de ella, pero tampoco estoy de acuerdo en que chavales de poco mas de diez años nos toreen sin plaza, ni traje de luces, nos obliguen a aceptar que harán lo que les venga en gana y encima le tendremos que aplaudir la faena con entusiasmo.

Yo soy partidaria de la razón y del razonamiento, me gusta debatir hasta la saciedad y les aseguro que la medida les cansa mas que un cachete, porque son pesados, pero no mas que nosotros y obstinados , pero no tanto como quien se levanta día a día para sacar a su familia del mal bache que es la vida y se machaca para llegar a fin de mes. Jamás nos vencerán convenciéndonos de que ellos tienen las riendas y la solución a los conflictos, porque con diez, con doce o con catorce años, no son sabedores mas que de la nada y la mitad del absurdo.

Además si el dialogo, la reiteración o la pesadez de repetirles las cosas- una y otra vez- no hace doblar la obstinación de los adolescente, siempre nos queda lo mas clásico, que nunca falla, no los cachetes, sino los castigos y los nones, no a todo lo que te guste ,a la paga, a las salidas, a los amigos y a tumbarse a la bartola a jugar a la play, porque si no les damos hábitos y normas, para cumplir, ellos se las buscarán medrando con los amigos, perdiendo el tiempo lastimosamente, en vez de labrarse un futuro ,del que después, con toda la desfachatez de la memoria mas desleal, dirán que es culpa nuestra y de nuestra permisividad más extrema, porque ellos al fin y al cabo “ no eran mas que niños a los que debíamos educar”.

Por eso esta madre, que recurrirá la sentencia, nunca debió haber levantado la mano contra su hijo, sino que debió haberle educado bien, y si no quería estudiar haberle enseñado lo que pasa cuando no se tiene dinero, cuando nos hacemos mayores y no nos contratan porque no tenemos preparación y nuestra familia se muere de necesidad, cuando todo el mundo prospera y nosotros nos vemos abocados al fracaso, porque no quisimos estudiar, porque a un niño tonto y rebelde no le hace nada una cachetada, sino educación pura y dura, bocadillos de libros e implicación de los padres ,el mucho hablar con ellos y decirle lo dura que es la vida y los bocados que da