lunes, 12 de diciembre de 2011

VARIABILIDADES


Cuando el mundo civilizado se prepara para machacar a un dictador que debieron fumigar hace años, los días están poco formales, con nubes que se despejan y se tornan en un sol quemante, que se disfraza de azul marino y empieza a diluviar.

Los rebeldes libaneses aplauden la decisión de occidente y miran esperanzados hacía un futuro de prosperidad, y en cambio , los nipones, se preparan para afrontar un giro tan grande , en sus vidas, que quizás ya no vuelva más a lo que fue el pasado.

Todos cambiamos, todos avanzamos o retrocedemos, aunque no queramos, por eso quizás algunos , que nos enorgullecemos de ser inmovilistas de quereres, nos apretujamos a nuestras costumbres, a esos términos divinos que nos amamantaron nuestras abuelas, que saben a andalú de piriñaca, de tardes en la plaza de España tomando el sol y comiendo pipas con las amigas esperando la fresquita, de piernas depiladas con la epileidy, del kas biti para beber y more para fumar, apretándolo contra los dientes y no sorbiendo el humo, porque te daba por toser, a poco que aspiraras ese pitillo largo, que no servía para nada más , que lo mismo que los demás , para coger cáncer a plazos y presumir con las chicas, de refina y mayor. Cuando nos hacemos mayores de verdad, las carnes se nos encogen y las pieles se nos estiran, nos sobra pellejo debajo de la barbilla y se nos pliega el alma, con miedos fundados o secretos , que nos amargan la vida y nos corroen la alegría, que vamos perdiendo- como el aceite- un auto viejo.

Quizás por eso, los que somos optimistas del día a día , nos levantamos con ganas de marcha y nos pone de muy mala baba que alguien nos intente amargar , que nos chillen o que nos joroben sin más , porque la vida es muy corta y te levantas un día, te das con un coche en contra en cualquier autopista y te ves contándole a María lo bien que ibas tú por tu derecha, y el otro , lo borracho que cargaba por su izquierda.

A todos nos faltan amigos, la gente se va , porque cuando nacemos nos dan una cédula de vida que gastamos sin darnos cuenta, lo que pasa es que a unos se les olvida y otros lo tenemos muy presente. Para los que lo tenemos presente y agradecemos al destino cosas tan básicas como seguir vivos y con ganas de luchar y que nuestra familia esté bien y que nuestros amigos prosperen, en este dificilísimo arte , de mantenerse a flote en una crisis mundial, ya ni les cuento, lo que nos pasa por la cabeza cuando vemos las noticias y son bombardeo aquí y desastre allá, porque , seremos imbéciles, pero nos da una alegría demencial de que lo nuestro sea perecedero, porque la crisis se irá antes o después y levantaremos cabeza y volveremos a endeudarnos y la gente gastará de nuevo , lo que no tiene, pero otras cosas, como que se encabrite el mar y te arrase , que se levante un dictador en tu país y te corte las ideas o morirte en un rincón , porque te tomaste la vida demasiado a pecho , no tiene- ya- más vueltas de tuerca.

Las naciones unidas se preparan para matar ,en nombre de la libertad ,que todos nos merecemos, se preparan para derrocar a un dictador que quemó -como todos los dictadores- vida y amanecer, de un pueblo que no es otro, que el propio suyo.

Se prepara occidente para entrar a jugar al Warcraft -como lo hacen mis hijos- con peones que no son ellos, con piezas de jueguecito, que se verán en la pantalla del ordenador como fuegos fatuos, con hombrecillos de película , sacados de la mesa de un dibujante avezado… solo que serán personas, gente, que tiene ideas que perder y sueños por los que pagar un precio.

Occidente se prepara - una vez más- para ser el sheriff y devolver los pozos de petróleo y las refinerías , a quienes las cedan y así no tener que rendirle pleitesía al que se paseaba por todas partes, sintiéndose el dueño del mundo. No importa que haya que derramar sangre, ni que se llenen la boca de hermosas palabras de ayuda y hermanamiento, solo importa-como en el ajedrez- la variabilidad de quién hace y porqué, ese nuevo movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario