
Pueden parecer que han pasado rápido, pero no es cierto, porque 20
años pueden cambiarte la vida como la vuelta de un calcetín y si no que se lo
digan a los tres mosqueteros, que siempre fueron cuatro , cuando regresan de
las tumbas del olvido, veinte años después de su primera gran aventura, ya en
1648 , y la historia de Francia ha cambiado, sin ellos saberlo . Han muerto Luis XIII
y el Cardenal Richelieu, el nuevo cardenal es un
italiano llamado Mazarino , que mantiene una -no tan secreta relación- con la
reina Ana de Austria, y gobierna Francia como le
viene en gana, ya que el nuevo rey Luis XIV,
es sólo un niño .
El bueno de
D'Artagnan, se ha quedado estancado en el lugar de teniente, dentro de la
escuadra de los mosqueteros, mientras que Phortos es un viudo solitario y
melancolico, Aramis es un abate que coquetea con revolucionarios en contra de
Mazarino y Athos, tiene un hijo, que es el Vizconde de Bragelonne.
La vida da muchas vueltas en veinte años, pero para Alice Tan Ridley, la madre de la
protagonista de Precious, seguramente han sido de campana,
porque antes de que diera el salto a la fama, enseñándonos su profética voz en
la audición para participar en el concurso musical estadounidense
'America's got talent', nadie sabía , nada de ella, más que se presentó a las
pruebas para conseguir el papel de madre, de su propia hija en la realidad, en
la película por la que conseguiría el Òscar a la mejor actriz secundaria , la
actriz Mo'Nique. Y
es que el camino que ha recorrido Alice no ha sido nada fácil y ahora hay
muchos que se sorprenden que los cazatalentos no hubieran descubierto su
prodigiosa voz en los sótanos del metro de Nueva York, donde la ha regalado,
por espacio de 20 años.
Quizás si supieran un poco más de la vida o de qué material se conforman
los sueños –posiblemente- no estarían tan asombrados .
Nosotros, los españoles que ya peinamos canas, hemos crecido con ese
tipo de programas , porque, en un país como el nuestro que abría fronteras solo
para que pasaran los guiris, pero no sus ideas reformadoras y las alegres
monjitas, nos llevaban de excursión, pero aún más nos aleccionaban sobre los peligros
de saltarte las vallas, conocemos – de sobra- lo difícil que es llegar a donde
tú quieres y lo mucho que tienes que dar de todo, para conseguir metas.
No
me extraña nada, que Alice- y no se confundan que ya saben que el racismo, el
sexismo o esa sarta de basura no va conmigo- muchos la vean , solo como una
mujer vieja, negra y gorda, aunque cante como los Ángeles y sea la nueva Grace
Jones y jamás se comería un colín , en esta
sociedad universal , en la cual las mujeres en cuanto dejamos de ser atractivas
y vamos cumpliendo años y engrosando nuestras caderas, nos convertimos en
invisibles ,para todo lo que no sea servir a nuestra familia y trabajar 24
horas de cada día. Ya era difícil , para la hija
de Alice , triunfar como actriz, con su tallaje excesivo, pero ya ven lo que
son las cosas, que , ha sido tanto su éxito que ya preparan las cadenas de
televisión una serie solo para ella, pero claro que su madre quiera cantar, es
rizar demasiado el rizo, pero miren que sí que lo ha conseguido , porque
llevaba 20 años colgando de cada nota y entallando esa voz, a base de cantar
para risueños viajeros en su sillita enana de playa , con una mísero karaoke de
juguete, en el jodido metro de NY. Lo mismo no llega a nada, pero lo mismo sí,
para desgracia de todos esos que critican y desprecian, para felicidad de
muchos que creemos en los sueños y en la gente que los trabaja, en las manos
artríticas de las Gorgonas y en sus buenos deseos, de que mujeres invisibles y
desgraciadas por la vida, como ellas, encuentren de vez en cuando , una silueta
mágica y bien merecida, de estrellas… y porqué no, también algo, de una muy
merecida felicidad.
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