jueves, 8 de noviembre de 2012

20 AÑOS NO SON NADA


Pueden parecer que han pasado rápido, pero no es cierto, porque 20 años pueden cambiarte la vida como la vuelta de un calcetín y si no que se lo digan a los tres mosqueteros, que siempre fueron cuatro , cuando regresan de las tumbas del olvido, veinte años después de su primera gran aventura, ya en 1648 , y la historia de Francia ha cambiado, sin ellos saberlo . Han muerto Luis XIII y el Cardenal Richelieu, el nuevo cardenal es un italiano llamado Mazarino , que mantiene una -no tan secreta relación- con la reina Ana de Austria, y gobierna Francia como le viene en gana, ya que el nuevo rey Luis XIV, es sólo un niño .                                                                                                                     El bueno de D'Artagnan, se ha quedado estancado en el lugar de teniente, dentro de la escuadra de los mosqueteros, mientras que Phortos es un viudo solitario y melancolico, Aramis es un abate que coquetea con revolucionarios en contra de Mazarino y Athos, tiene un hijo, que es el Vizconde de Bragelonne.                                                            La vida da muchas vueltas en veinte años, pero para Alice Tan Ridley, la madre de la protagonista de  Precious, seguramente han sido de campana, porque antes de que diera el salto a la fama, enseñándonos su profética voz en la audición para participar en el concurso musical estadounidense 'America's got talent', nadie sabía , nada de ella, más que se presentó a las pruebas para conseguir el papel de madre, de su propia hija en la realidad, en la película por la que conseguiría el Òscar a la mejor actriz secundaria , la actriz Mo'Nique.                                                                                                                                 Y es que el camino que ha recorrido Alice no ha sido nada fácil y ahora hay muchos que se sorprenden que los cazatalentos no hubieran descubierto su prodigiosa voz en los sótanos del metro de Nueva York, donde la ha regalado, por espacio de 20 años.                                                                                 Quizás si supieran un poco más de la vida o de qué material se conforman los sueños –posiblemente- no estarían tan asombrados .                                                                                            Nosotros, los españoles que ya peinamos canas, hemos crecido con ese tipo de programas , porque, en un país como el nuestro que abría fronteras solo para que pasaran los guiris, pero no sus ideas reformadoras y las alegres monjitas, nos llevaban de excursión, pero aún más nos aleccionaban sobre los peligros de saltarte las vallas, conocemos – de sobra- lo difícil que es llegar a donde tú quieres y lo mucho que tienes que dar de todo, para conseguir metas.                                                                                                                                         No me extraña nada, que Alice- y no se confundan que ya saben que el racismo, el sexismo o esa sarta de basura no va conmigo- muchos la vean , solo como una mujer vieja, negra y gorda, aunque cante como los Ángeles y sea la nueva Grace Jones y  jamás se comería un colín , en esta sociedad universal , en la cual las mujeres en cuanto dejamos de ser atractivas y vamos cumpliendo años y engrosando nuestras caderas, nos convertimos en invisibles ,para todo lo que no sea servir a nuestra familia y trabajar 24 horas de cada día.                                                                                                        Ya era difícil , para la hija de Alice , triunfar como actriz, con su tallaje excesivo, pero ya ven lo que son las cosas, que , ha sido tanto su éxito que ya preparan las cadenas de televisión una serie solo para ella, pero claro que su madre quiera cantar, es rizar demasiado el rizo, pero miren que sí que lo ha conseguido , porque llevaba 20 años colgando de cada nota y entallando esa voz, a base de cantar para risueños viajeros en su sillita enana de playa , con una mísero karaoke de juguete, en el jodido metro de NY. Lo mismo no llega a nada, pero lo mismo sí, para desgracia de todos esos que critican y desprecian, para felicidad de muchos que creemos en los sueños y en la gente que los trabaja, en las manos artríticas de las Gorgonas y en sus buenos deseos, de que mujeres invisibles y desgraciadas por la vida, como ellas, encuentren de vez en cuando , una silueta mágica y bien merecida, de estrellas… y porqué no, también algo, de una muy merecida felicidad.

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