Cuando media
Europa lloraba lagrimas de sangre por el genocidio nazi, ellos rescataban a sus
vivos y partían, como siempre, poseedores de la libertad sobre los lomos de sus
animales
Fueron tan
diezmados y aún más perseguidos que homosexuales, judíos, apátridas e
izquierdistas, pero no parece reservarles el recuerdo sino olvido y mas
olvido Hace poco se
celebró la conmemoración a todas las victimas del holocausto nazi, pero no
estuvieron presentes, como casi siempre , porque se les relegó a un lugar donde
les tapese el olvido y su presencia no molestase y poco importó que niños
gitanos fuesen a miles usados como conejillos de indias en experimentos
inhumanos o que los muros ensangrentados de Dachau o
Sachsenhausen supiesen de los
muchos romaníes asesinados y torturados
No importa que del millón de romaníes que vivían en Europa antes del la
Segunda Gran Guerra, un número mayor a
200.000 murieran durante el holocausto, y no nos importa porque nuestros genes
de supervivientes de batallas por el
territorio, de gobiernos y reyes racistas y perpetuadores de su poder, está
consensuado y alimentado a base de minorías fáciles de eliminar, minorías que
molestaban con su diferente apariencia, sin credo o con supersticiones
diabólicas, a nuestros a nuestros ignorantes ojos
Hay muchos que
podrían decirnos, lo bueno que es en política tener una cabeza de turco en todo
momento, para echarle la culpa cuando algo no nos va bien, por ejemplo la
economía
Seguramente Berlusconi, tendría mucho que contarnos de ese
tipo de política, de” la emigración de gitanos ,a todas prisas” con el nuevo
credo de la xenofobia latiendo en masa, y aún más nos podría decir su hombre de
confianza, Roberto Maroni, cuyo objetivo fundamental es devolver las calles a
los italianos, restaurar la sensación de seguridad, que parece perdida, porque
en arrabales y vertederos, gitanos rumanos malviven desgastando este feo nombre
y pervirtiéndolo con la palabra vida, al compartir espacio vital con ratas y
basura, pagándole a la camorra italiana -cada día- un substancioso botín, que,
pasado el tiempo y con la política en contra, ha llegado a significar nada.
Como
ha dicho el partido de Berlusconi y Maroni, no son otros que los mismos gitanos
de siempre los que "violan y matan a nuestras mujeres, roban bebés y
asaltan ancianos",y es por ello por lo que las cárceles italianas se
llenan de romaníes, de origen rumano, en un nuevo holocausto selectivo, porque
ya tenemos cabeza de turco para unir al país, ya hemos encontrado, por fín,
nuestros ogros “comeniños” y los asaltadores y los violadores, los mismos que
cuando llegaban en caravanas a los pueblos, en la España de los años cincuenta,
los aldeanos les apedreaban si se acercaban a los limites ,dándose prisa por
meter en el fondo mas profundo todo aquello que pudieran robar, porque... ¿qué
otra cosa se podía esperar de aquel que no tiene tierra sobre la que asentar
sus pasos, ni sobre la que echar raíces?.
Eternos
vagabundos, sin rey , ni señor que los guarde, ni al que someter pleitesía,
condenados a vagar, como el holandés errante, por maldiciones no escritas, mas
que en los genes de pueblo rancio y absurdo de los viejos europeos que
examinamos y castigamos prejuiciosamente a las personas, no por su humanidad
,ni por su talento, sino por sus costumbres, su color o su credo, por vivir al
aire libre y tener el cielo por montera, por regirse por normas orales nacidas
en las barbas del tiempo
Lo
mismo que pasa en Italia, ¿falta mucho para que pase en nuestro reino? Porque
no nos olvidemos que tenemos mucha experiencia en perseguir y en meter en la
cárcel a quien nos viene al pelo de las circunstancias, si no que se lo digan a
judíos y conversos, a homosexuales ,a brujas y gitanos ,solo quinientos , o
setenta años , atrás en este mismo
suelo
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